miércoles, 20 de noviembre de 2013

TRABAJO SOBRE EL PARQUE NATURAL DE CAZORLA, SEGURA Y LAS VILLAS

CLIMA: El Parque Natural se encuentra bajo la influencia del clima mediterráneo, predominando las precipitaciones repartidas de forma irregular a lo largo del año, siendo relativamente escasas durante primavera y verano y abundantes durante el otoño e invierno, y en forma de nieve durante esta última estación en las zonas más altas; los veranos son secos y calurosos.



FAUNA: Con sus casi 210.000 hectáreas, el Parque supone una de las mayores reservas naturales de Europa, su declaración como Parque Natural y posteriormente como Zona de Especial Protección para las Aves (Z.E.P.A.) ha permitido la conservación y reintroducción de especies en peligro de extinción.
Los MAMÍFEROS están representados por cinco especies de ungulados: la cabra montés, el ciervo, el gamo, el muflón y el jabalí. De estos grandes ungulados, tan sólo el ciervo, la cabra y el jabalí son especies autóctonas, mientras que el muflón y el gamo fueron introducidos para potenciar la variedad cinegética al crearse el Coto Nacional de Caza, a finales de los años 50 del siglo pasado.
De las numerosas especies de mamíferos, un tercio son murciélagos, y otras como el oso, el lobo o el lince están hoy ausentes de estas sierras, si bien en la zona norte se ha constatado la presencia del lobo y el 
lince, que de manera ocasional, visita la Sierra de Segura desde Sierra Morena.
                                               
El buen grado de preservación de los ecosistemas viene marcado en la presencia de pequeños microdepredadores o mamíferos carnívoros, de los que aparecen en este Parque un buen número de especies, entre las que destacan el zorro, la garduña, el tejón, el gato montés, la gineta  y la nutria.
                                                

El número de ANFIBIOS asciende a casi una docena de especies, entre las que destacan el sapillo partero, la salamandra o "tiro o lagarto de las nubes" que es frecuente en las zonas húmedas y el tritón jaspeado presente tan solo al norte del Parque, en la Sierra de Segura. 

                                                 

Entre los REPTILES aparecen varias especies de serpientes, destacando la Víbora hocicuda. De vital importancia es la presencia de la Lagartija de Valverde descubierta en 1.959 por José Antonio Valverde, uno de los creadores del Parque de Doñana; su distribución geográfica conocida se limita a las Sierras de Segura, Cazorla y a la vecina Sierra de Alcaraz, constituyéndose por tanto en un interesante ende mismo faunístico de esta zona. 

                                                 

En cuanto a lo que PECES se refiere, destacan como especie autóctona la trucha común, que busca las aguas cristalinas, oxigenadas y frías de ríos y arroyos de montaña. Hace varias décadas que se introdujo la trucha arco iris, causante de la drástica reducción de la trucha común en nuestros ríos. 

                                               

Entre las AVES del Parque se cuentan unas más de un centenar de especies, la mayor parte insectívoras, pero con un número muy importante de rapaces diurnas y nocturnas que constituyen un poderoso atractivo. Esta amplia diversidad le ha valido la calificación de Z.E.P.A. (Zona de Especial Protección para las Aves). 
Entre las rapaces destacan el águila real, el azor, el águila culebrera, el águila perdicera, el cárabo, la lechuza común o el búho real, todas ellas residentes permanentes. Otras sin embargo, sólo pueden ser observadas durante las épocas de migración o invernada, como el águila pescadora, el gavilán, el halcón abejero, el cernícalo vulgar, el cernícalo primilla y el autillo entre otros, siendo esta última rapaz la única especie migradora de las rapaces nocturnas de la sierra, donde viene a criar desde el sur del Sahara. En cambio el águila culebrera europea, el águila calzada o el alcotán, sólo están presentes durante la época de nidificación. Los farallones verticales nidifican el buitre leonado y el alimoche. Mención especial tienen dos enormes rapaces que vuelven a sobrevolar los cielos serranos, por un lado el quebrantahuesos carroñero de gran envergadura y majestuoso vuelo, dejó hace años de surcar los cielos de estas serranías y que ha vuelto gracias a un ambicioso proyecto de reintroducción. Por otro lado, el águila imperial ibérica, las más grande de nuestras rapaces, que sobrevuela  el parque y ha vuelto a anidar en la Sierra de Segura.

El número de especies de avifauna relacionadas con las masas forestales es muy importante. Entre los pinares, predominan los pájaros insectívoros como el herrerillo capuchino, el carbonero garrapinos, el carbonero común, el reyezuelo listado, el picogordo, el camachuelo común, el verderón común y el piquituerto. Otras especies muy relacionadas con los bosques de pinares son los pájaros carpinteros, como son el pico picapinos, el pito real; debemos citar por su importancia otras especies como el rabilargo y la lavandera blanca común
En el encinar y en los bosques caducifolios de las sierras del Parque son típicas el petirrojo, el arrendajo, el herrerillo común, el mirlo común, el chochín, el mito, el agateador común y el trepador azul.

                                         

FLORALa FLORA del P.N. de Cazorla, Segura y las Villas destaca por ser una de las más ricas y variadas del ámbito mediterráneo, quedando de manifiesto ante la presencia de más de 1.800 especies de flora vascular inventariadas, lo que hace de este espacio protegido una de las áreas de mayor interés botánico de Andalucía, sólo superada por Sierra Nevada. Presenta un gran número de endemismos, siendo la mayoría hierbas o pequeños arbustillos rastreros con pequeñas flores, algunas amenazadas de extinción, como la violeta de Cazorla, los Zapaticos de la Virgen, el geranio de Cazorla, el narciso o la Aquilegia, una reliquia que vive refugiada en las altas cumbres de las sierras que conforman el Parque. En general destaca el elevado número de especies que se encuentran catalogadas y protegidas según el Decreto 104/1994, de 10 de mayo, por el que se establece el Catálogo Andaluz de Especies de la Flora Silvestre Amenazada en Andalucía.


                                 


HIDROLOGÍA: En el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas nacen dos de los ríos más importantes de la Península Ibérica: el Guadalquivir y el SeguraCUENCA DEL GUADALQUIVIR 
El Río Guadalquivir nace en las Cañada de Las Fuentes, en el municipio de Quesada, a
1.350 m.de altitud, en la Sierra de Cazorla, desde donde comienza su andadura en dirección norte, entrando en tierras segureñas cuando se le une el río Borosa y que aportan
un enorme caudal, para aguas abajo ser embalsado en El Tranco, con 500 Hm3de capacidad. Desde su nacimiento hasta el embalse, a tan sólo 60 Km al norte, el río salva un desnivel de 1.000 m, mientras que desde el Tranco hasta su desembocadura tan sólo lo hace 650 m. Desde aquí, el río sale girando bruscamente hacia el suroeste a través de un estrecho y profundo valle fluvial que separa la Sierras de Las Villas de la Sierra de Segura.
Entre los ríos que discurren por la Cuenca del Guadalquivir, el principal es el Guadalimar, que proviene de Albacete y atraviesa el Parque por la Sierra de Segura. Este río y sus afluentes principales presentan poca pendiente y un caudal más bien escaso, pero entre sus arroyos se encuentran rincones de espectacular belleza, mereciendo especial atención el Guadalmena, que nace en la vecina Sierra de Alcaraz (Albacete) y sirve de límite entre la Sierra de Segura y la provincia de Ciudad Real. Sus aguas son embalsadas en la presa del mismo nombre, de 346 Hm3 de capacidad. Otros afluentes del Guadalimar son los ríos Hornos, Onsares, Beas y Trujala.
El Aguasmulas nace en la Sierra de Segura, en el municipio de Santiago-Pontones, a unos 1.200 m de altitud, y recoge las aguas de los arroyos que bajan de la Cordillera de las Banderillas y del Pinar del Risco, recorriendo entre 8 y 9 Km antes de llegar al embalse del Tranco, salvando un desnivel de unos 550 m en su andadura.

El Borosa nace en Aguas Negras, junto al Barranco del Infierno, muy cerca de la Laguna de Valdeazores. Al poco de nacer se precipita por el Salto de los Órganos, un gran cortado donde se han formado algunas de las más bellas cascadas con travertinos que aparecen en el Parque y donde el agua desciende por paredes casi verticales. Pasado éste, el río avanza entre cerradas o cañones fluvio-kársticos, siendo la de Elías una de las más espectaculares del Parque. Su cabecera recoge las aguas de la Sierra de la Cabrilla, las estribaciones septentrionales de las Sierras del Pozo y Cazorla y la meridionales de la Sierra de Segura, marcando el límite entre los municipios de Cazorla, La Iruela y Santiago-Pontones y por consiguiente el límite entre la Sierra de Segura al norte y las de Cazorla el Pozo al sur. Avanzando en su recorrido encontramos comunidades riparias y bosques en galería, que nos muestra la riqueza y variedad de sus elementos, destacando también las estructuras geológicas que encontramos a lo largo de su recorrido, como pliegues y fallas.

RELIEVE: El Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas forma parte de laCordillera Bética, constituyendo la zona más próxima al antiguo continente, el dominioPrebético, una antigua plataforma marina en la que se diferencian dos zonas en función de su cercanía a la antigua línea de costas (Sierra Morena): el Prebético Externo – Sierra de Cazorla y Las Villas principalmente – y el Prebético Interno – Sierras del Pozo y Segura.- 
Aunque la mayoría de la superficie se sitúa por encima de los 1.000 m, la amplitud altitudinal es una de las características esenciales para poder entender la variabilidad del paisaje y el profundo contraste existente entre distintas zonas del parque natural, así como la biodiversidad tan extraordinaria que encontramos.
A grandes rasgos se diferencian dos tipos de relieve dentro del Parque:
En todo el Parque aparece un espectacular paisaje kárstico, debido a la naturaleza caliza de la mayor parte del macizo montañoso y a la abundancia de precipitaciones, dando lugar a torcales, lapiaces, nacimientos de agua, cuevas subterráneas, cañones fluviokársticos, etc. En las Sierras de Cazorla y Las Villas y en la zona más occidental de la Sierra de Segura, se presentan extensos afloramientos jurásicos, formados principalmente por dolomías junto con algunas arcillas, con una estructura en escamas, que ha originado relieves muy abruptos. Las Sierras de Segura y el Pozo se caracterizan por una muy buena representación de rocas sedimentarias del Jurásico y Cretácico, margas, calizas y dolomías principalmente, con una estructura en pliegues y pliegues-falla, que ha originado relieves invertidos y  los típicos calares de estas zonas. En general, los relieves son muy abruptos y los numerosos cursos de agua aparecen encajonados en la roca, formando estrechos valles fluviales, con cascadas y saltos de agua, cerradas o desfiladeros, pozas, etc.
Al norte y sur del Parque llama la atención la geomorfología de las zonas más áridas, donde se desarrollan paisajes en balandros. Al norte, en la Sierra de Segura destacan los badlands sobre materiales margosos y arcillosos del Triásico, y al sur el “Desierto” de Hinojares y Huesa. Las arcillas y yesos que afloran en estas zonas son prácticamente impermeables, por lo que las aguas de lluvia arrastran gran cantidad de estos materiales que, además, son blandos y fácilmente erosionables, originando un paisaje acarcavado, con espectaculares barrancos y ramblas.
GEOLOGÍA: El Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas constituye en el amplio espectro de la geodiversidad de los espacios naturales protegidos de Andalucía, el representante  por excelencia para introducirnos en la geología del borde de la Cordillera Bética, el dominio Prebético de las Zonas Externas de la Cordillera Bética.
Estas rocas se formaron a partir de sedimentos depositados desde el Triásico (hace unos 250 millones de años) hasta el Mioceno (hace 25 millones de años), época en la que se levanta la Cordillera Bética. Contactan por el Oeste y Suroeste con los materiales de la Depresión del Guadalquivir, por el Norte con los materiales triásicos tabulares de la Meseta, por el Este con el Subbético y por el Sur con la Depresión de Huéscar y Baza.
RÍOS MÁS IMPORTANTES: Son el Guadalquivir y el Segura.

PROBLEMAS MEDIO AMBIENTALES: Son los incendios, la sobreexplotación turística y la epidemias.
Otra amenaza a consecuencia de la sobreexplotación turística donde en puntos como Arroyo Frío, donde más ha crecido la oferta turística en los últimos años, no lo ha hecho así las infraestructuras y, por ejemplo la depuradora de Arroyo Frío pensada para unas 400 personas se ve saturada todos los fines de semana donde se supera en más de diez veces este número, causando el vertido de aguas fecales sin la suficiente depuración en el Guadalquivir con el consiguiente perjuicio para la fauna y flora.

 


Las epidemias son enfermedades, como las de Sarna que diezmaron la población de Cabra Hispánica en la década de los noventa, o la del Cangrejo de río que a raíz de un hongo que se propagó con la introducción de cangrejo americano prácticamente ha extinguido al cangrejo común. Igualmente, la flora sufre epidemias que matan y enferman extensas zonas boscosas, como la procesionaria de las coníferas.

La principal amenaza del parque, tanto para la flora como para la fauna son los incendios forestales, que ya han tenido lugar, y cada vez con más frecuencia, con desastrosas consecuencias en algunas zonas del parque:
  • En el verano de 2005 en la Sierra de las Villas y ladera oeste del Tranco donde ardieron más de 5.000 ha tras una tormenta eléctrica en plena ola de calor récord; en pleno corazón del parque, ha sido el más devastador y masivo desastre del parque en su historia.
  • En 2001 en el Puerto de las Palomas ardieron unas 800 ha de forma intencionada. Se tuvieron que dasalojar los nucleos de Burunchel y Arroyo Frío por la proximidad de las llamas. Actualmente se está llevando a cabo la repoblación de la zona.
  • En la Vacarizuela a primeros de los noventa donde ardieron unas ochocientas hectáreas, o por la Torre del Vinagre donde en el 1986 ardieron unas mil hectáreas.
Al ritmo de desarrollo de ésta gravísima amenaza, sería vital para que el parque sobreviva un incremento proporcionalmente mayor del esfuerzo de los planes de prevención, vigilancia y extinción de incendios, respecto del aumento exponencial del riesgo de incendios que se observa año tras año.
 




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